Allí, donde mueren las musas
Me sorprende la
exactitud de algún refrán que escuche alguna vez. “Las personas son como el
café…”, amargos, dulces, con un alma oscura o clara. Observar y detallar cada expresión con un
simple “Hola, que tenga un buen día” y plasmar en ocasiones ese humor toxico,
cuando su respuesta retumba en nuestros tímpanos, causa tribulación, como
puede sacarte una sonrisa por todo un día.
Eran las 3p.m; me
encontraba en Café de la Paix. Otoño, hermosa coloración naranja sangrienta.
No podía soportar
la pereza y decidí ir a documentarme,
más temprano que tarde mi fiel amada inspiración abandono mi ser, lo que me
abrumo y afligió por unos instantes. 2
cafés y media cajetilla de cigarrillos mi mente estaba tan blanca como las
hojas de la libreta donde plasmo mis anotaciones más relevantes.
-
Silencio y tranquilidad infernal. Diablos.
Disimulo mi
falta de concentración mientras acaricio mi cabello y observo el cielo.
Carcajadas discretas, bisbiseos coquetos. Mi concentración fue exterminada en
ese instante por aquellas dos DAMES dos mesas en diagonal frente a mí.
Prosiguen esas
miradas frívolas y encantadores entre aquellas amigas ¿Y si las asesino en mi próximo
capítulo? ¿Podría enamorarlas, hacerles el amor y nunca llamarlas, por qué no?
El drama en parís siempre fue bien visto.
3:55p.m observo
la danza de un pincel. Solo quedaba una de aquellas señoritas; piel clara
cuerpo esbelto… ¡ARTISTA! ¿Eso eran? El contenido de aquellas venas verdosas combina
con tu vestido.
-
¡CAMARERO! Otro café, se lo ruego.
No parabas de
hacer trazos, yo no dejaba de escribir una historia. ¿Muerte? ¿Desamor? ¿Perversión?
¿Mitología ficticia? No encajabas en ningún tiempo, ni en ningún pensamiento audaz.
¿Quién eres espanto y que lugar perteneces?
La inspiración penetro
mi ser como una daga; músculos tensos, contracción en la tráquea. Cojo el café
solo doy 2 sorbos, prepare el cerillo para encender este vicio mortal lleno de
enfermedades pulmonares. Solo pienso en que deseo dejar de pensarte.
¿Por qué me
observas? ¿Acaso pudo yo inspirarte también? ¿Te causo tanto problemas como tú
a mi? Eres un hermoso ser inhumano,
tierna y cruel, vivas y espectral.
Sales despedida a
sacudones ¿A dónde vas? Quisiera observarte más tiempo mi musa de improvisto. Sin
darme cuenta te has convertido en mi caja de pandora y has desatado todos tus
males sobre mi. Que cruel fuiste, ni una mirada me has regalado.
8:15p.m ¿¡TAN
TARDE ES YA!? Vuelo del asiento dejando una estela de propina, guardo de manera
instantánea mis objetos, todo tan rápido como la memoria muscular me lo permitía.
Años de práctica.
No tuve otro remedio que desvelarme aquella
noche, tratando de encontrarte un lugar en mis historias, recreando tu pasado
ficticio y amándote… Me parecías tan hermosamente misteriosa.
Solo deseaba
verte una vez más y concluir con este estrés sobre expuesto que invadía mi
mente. Finalice las líneas de ciempiés asustadizo mientras arqueo, estiro y
desarmo mi espalda prosigo a dormir. Solo espero verte de nuevo para terminar
con susodicha obra que tanto mal me ha causado.
Misma hora, mismo
lugar. Bajaba de mi imitación de harley davidson, colocaba el casco en el volante
y pedí una mesa.
Misma cantidad
de café, misma cantidad de cigarrillos… Debería dejarlos ya. Espero, espero…
Sentía aquella emoción
de niño a la espera de papa Noel cuando escuche aquel trolebús parar. Eras tú…
Cabellos castaño, largo y despeinado; figura esbelta y despreocupada; mirada
llena de curiosidad, dulzura y desdicha.
4:35p.m / 4 de
Octubre del 20XX
Tras su salida del trolebús
joven y prometedora artista sudamericana muere al ser arrollada. Fuentes locales
indicaron que el conductor del Chevrolet Apache, modelo del 58 conducía bajo
efectos de somnolencia tras una mala noche de copas.
Familiares
indignados indican, que su último cuadro no sería subastado pero será exhibido
en museos locales durante 2 años para luego volver al país de origen de la
joven.
Mi ambición, murió con aquella desventura. Pues mi musa, mi
diosa de odisea cuyo tiempo era imperceptible de acotar. Se desvaneció con una sonrisa
a mis pies con un último aliento de “te encontré, mi inspiración…”.
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