Tantos, todo.
Tantas casas a la par
desperdiciando tanto espacio en tantos lugares del mundo. Es extraño ver tantísimas
personas en tantos lugares irguiendo columnas para construir hogares en tan
poco tiempo. Tantos caras en tan diminuto espacio me recuerda a todas las
colonias de hormigas en todos los rincones del mundo; labrando un mejor hogar
para tantos individuos.
Lo contradictorio de todo esto es
ver tantas personas en tantos lugares siéndose indiferentes; construyen un
panal para un mismo propósito y ni siquiera cruzan por un segundo la mirada.
Nos necesitamos, pero por tanto tiempo nos miramos los unos a los otros como un
racista mira un color de piel distinta o cuando alguien mira a algún lisiado
que va por la calle.
Hemos fallado como “cristianos”,
incluso como “no creyentes”, hemos muerto sin algún motivo en el corazón. El
problema en cuestión, es que cada uno de nosotros ha contribuido a formar aquella
pequeña protección llamada: escudo hipócrita. Desde chicos nos condicionan,
siempre juzgamos sin una buena guía.
Tantos cuerpos en todos lados,
vagando como zombis incorruptibles y libres de consciencia ¿Tan poca cosa
somos? Maldito sean Adán y Maldita seas Eva. En todas partes se enmascara parte
de toda nuestra culpa; no me olvido de ti homosapien, que de sapiencia dudo que
esta fuera existido en tu ser.
Tantas caras conocidas; todas
parecidas. Pensamientos iguales, doctrinas iguales y tantos “desquiciados” con
falta de amor. Lo siento humanidad, lamento haber escrito tantas líneas y
seguir contribuyendo a tal cataclismo, aun no puedo predicar con el ejemplo;
si, sigo siendo un hipócrita como cualquier otro.
Comentarios
Publicar un comentario