Valquiria
A lo contrario de muchas historias narrativas nórdicas
con liricas comprensibles hacia una mujer guerrera. Mi valquiria no posee risos
dorados, ni piel perlada. No, es como cualquier mujer en mi tierra; algo
tostada por el sol, cabellos oscuros, sonrisa alegre. Pero, lo único en común con
estas diosas cuyo deber es elegir héroes caídos en la batalla, es que siempre
fue y será una guerrera, luchando contra tormentas, pestes y caos.
Podríamos decir que como ellas hay muchas, cierto
es. Pero lo único es que ella me escogió a mí. Un simple campesino de tierras
bajas cual único mérito otorgado fue extraerle algo de vida, alegría y
felicidad.
He batallado a su lado tanto tiempo ya, que no
recuerdo mucho. Solo están grabados de forma permanente desde el primer día en
que nuestros ojos se cruzaron al unísono, hasta las últimas horas que la veo en
el día. Si, puede que me haya enamorado de mi preciada diosa.
Junto a ella he cabalgado por innumerables terrenos,
peleado con miles de guerreros y muy buenos soldados… cualquiera sale lastimado
en batalla por muy buen espadachín que se sea. Y no por esto dejo de admirar su
belleza, resplandor e inteligencia.
Es el único ser que puede ablandar este corazón hecho
roca maciza y hacerlo arena de desierto con solo un beso en la mejilla. Aun
cruel adversaria, su amor proporcionado llena de calor cualquier rincón de mi
cuerpo con solo la fricción de nuestras manos.
Terca, hostil y de fuerte carácter como cualquier
buen guerrero, posee un corazón tan blando como pan recién sacado del horno. Posee
una ternura inigualablemente abrumadora como es despiadada al mismo tiempo. No,
podría decir que es perfecta… pues ni Odín lo es.
Solo tu mi diosa, amiga, amante y compañera
cotidiana tienes el derecho de hacer de mi alma lo que plazcas, de mi corazón
lo que entre en vuestra real gana, pero mi mente… mi mente es solo mía, pues de
ella fue que te enamoraste, creciste, amaste millones de veces y comprendiste
lo que nunca viste o consideraste siendo diosa de Asgard.
Te amo, cruel inmortal… te amo mi eterno suspiro.
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