Cuerpo impudoroso

Bordear mis dedos en tu cuello;

Placer y besos  ajenos al amor.

Respiración agitada, mordidas al vacío

Que apuntan hacia tus labios.

Refreno de pasión y lujuria,

Por inconformidad del sitio a explorar,

Pues no es correcto

¿Por eso el placer no sería mayor?

Precisión  hoy acompaña a mis manos toscas

Las cuales compararía a las de un leñador,

Rapidez, abriga un movimiento en tus caderas,

Besos continuos, aliento caluroso como el ecuador.

Telas abruman al piso,

La llegada mis apéndices

Tentaculares algo llenos de convulsión.

Agitada, mi mano posa sobre tu garganta,

Suspiros profundos, humedad en tu boca;

Vuestra garganta se ha quedado seca,

Tanto alarido no pudo ser en vano.

Mis besos serian leña

Introducido abruptamente en algún caldero de locomotora.

Mi lengua, tu lengua, mi boca y tus labios;

Juegos de placer encarnado.

No sé qué está más húmedo

Tus labios o tu boca

Me confunde tu pulso

Pues entre mis dedos la sensibilidad

Asomada y prosaica tu vida se escapa.

Tómame, tómame

Suplicas ahora enmudecida

Adrenalina e instinto animal

Desgarran mis ropas.

Es hora... Es hora…

Hasta que el sol del día

Vuelva aparecer de entre las cortinas.