Mochilero ( Parte I: El comienzo )

Por favor, reproduce antes de leer. 

En dirección al sol, dirigía mi mente y mi cuerpo; esa sensación que produce la pesada mochila en tu espalda. Es algo especial.

Emocionado, cargado de lo que necesitaría y recuerdos del pasado, parto en dirección al viento, realmente no me importaba, ni había planeado un destino en específico. Mi primera parada seria la estación de trenes que me llevaría al puerto, donde me convertiría en algo que nunca había esperado ser. Un polisón, algún fugitivo de novelas. – Rayos, ya tengo la piel de gallina de solo pensarlo-. Fue realmente extasiaste.

Regreso al tren. Compro un boleto, camino en dirección a mi transporte de momento, abordo aquella bestia mecánica y observo aquella emocionante, pero lenta partida hacia lo desconocido. Solo veo árboles, coches y personas; luego todo solo sería árboles. Es como la víspera de navidad. Adrenalina por no saber lo que te depara el camino.

    -. Por favor ¿Me indicaría como puedo llegar al bar McLored’s?

    -. Sigue derecho, observaras una librería azul con ventanas amplias como los ojos de un bebé sorprendido-. Menciono aquella poética mujer mientras continuaba.- Veras un cartel rojo, ese será tu destino.

Partiendo, mientras me despedía de aquella gentil dama, siguiendo al pie de la letra aquella hermosa indicación, fui en busca de aquel bar.- ¿Por qué no compro un libro para mi viaje? -. Tendría que verse interesante, condimentado y gentil para aquellas noches solitarias. Observo aquel hermoso ventanal de la librería azul y dispongo a entrar por el umbral algo llamativo para mi gusto.

Estante, tras estante, tras estante… Ciencia ficción, fantasía, misterio, terror. No lograba decidirme que libro tomar, para este tipo de decisiones soy algo complicado, y más cuando no tengo tiempo y no busco algo en específico.

Cuarto estante verde, tercera repisa. Era un libro verde jade con detalles rojos y dorados. Fue amor a primera vista. Amor a lo desconocido.

Tomo con fuerza aquel libro, de calcularía yo, unas 500 hojas, lo abrazo, pues mi amor aumentaba con cada paso que daba hacia la vendedora.

    -. Buenos días.- Es raro que los viajes improvisados siempre comiencen a primeras horas dela mañana o en plena madrugada y estando embriagados.- Reí para mis adentros.

    -. Buenos días.- Respondió mientras me examinaba con la vista.- ¿Desea comprar ese libro?

    -. Por favor. Sé que será un gran amante para mi viaje.- Sonreí.

    -. Hmm, así que vas de viaje.- Respondió mientras me devolvía la sonrisa. Acto seguido me despojo de mi futura amante, me sentí traicionado y celoso por unos instantes mientras lo inspeccionaba en busca del código de barras.- Espera un momento.- Mientras abandonaba su puesto cruzando por el marco de una puerta que estaba cubierto de guindas de colores.

Espere ahí parado unos 50 segundos, a su regreso exclamo.- ¡Oye chico, ten, es un regalo!

Y así, con 50 pavos aun en mi cartera, sorprendido y enamorado. Partí de aquella librería azul, con grandes ventanales como ojos de bebé sorprendido, estanterías verdes, marcos de puestas con guindas artísticas de colores, en un pueblo de señoras amables, hacia lo desconocido de mi viaje. El cual tuvo un comienzo encantador y misterioso. 



Comentarios

Entradas más populares de este blog

Monologo de Mr Hyde (Breve delirio, locura y amnesia: Parte 2.5)

La madrugada de la locura

Breve delirio, locura y amnesia ( Parte I )