Tiempo atrás

   Entro en esa habitación oscura; penetro el as de luz que se desliza suavemente por una ventana. Te llamo con un gesto pacifico ( si, claro). Lo dudas y por un segundo suspiras, paseo tus labios carnosos con una intención sospechosa, ¿Qué piensas? -Me dices-.

- En estas horas y circunstancias solo pienso en malabares y volteretas.
- Idiota...

   Continuo mi juego y sorprende el hecho de que por fin sigas la corriente; deslizo una mano... dos manos... 3 manos, gimes avergonzada. Te pido que estés tranquila pues apenas el juego comienza. 
   Acaricio tus nalgas tan suaves y aterciopeladas mientras continuo con mi juego de besos y canibalismo.

- No estoy para juego, patán.
- Querida, desde que tenia 15 años deje de jugar...

  Mis manos suben y tus brazos bajan, miras el espejo mientras te despojo de esos objetos innecesarios y respiro sobre tu cuello, por un segundo te contemplo y me sonríes como si supieras en lo que va a cavar todo esto -Pequeña tonta, siempre me hiciste feliz-.
   Ya en mi cama te encuentras desorbitada y enfurecida por placer... Creo que estamos haciendo algo equivocado -Me dijiste-. Pues ahí esta la puerta -señale-. Me miraste algo atontada y comprendiste que mentía, acaricias mi pecho con tus dulces y suaves manos y me dices...

-Bésame.

   Suspiro mientras lo hago, nuestra pieles se calientan y rozan entre si. Deslizo muy suavemente esa mano que ya recuerdas muy bien de nuestros juego anteriores y sonríes, ya sabes que el prologo termino y todo esta a punto de desencadenarse.
    Como si fuera el monte Vesubio tus folículos se erectan en un acto indicador de placer. Tus piernas, brazos y cuello comienzan a retorcer. Divinos placeres de la vida...

   Me freno por un instante; me miras furiosa y contemplas que solo me estoy preparando para continuar en tu dulce tortura... No frunzas el ceño, ni desesperes.  
    Poco a poco yo entro en ti y tu me sofocas con calor tan ardiente que sentí por un momento que te derretías alrededor de mi, sorpresa... literalmente te derretiste a mi alrededor.

   Tus uñas en mi espalda en señal de pedir algo mas... mucho más. Increíblemente te complazco y dedico tiempo para hacer que el goce continuo hasta el amanecer. Vapor, sudor... y otros tipos de fluidos, en un rincón te aferras casi desfalleciendo. Una vez más, unidos en aquella cama, en aquella desolada habitación oscura, morimos y renacimos en seres satisfechos de placeres inigualables.

-Te amo. -Me dijiste-. 
-Te amo. -Mentí-.  

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Monologo de Mr Hyde (Breve delirio, locura y amnesia: Parte 2.5)

La madrugada de la locura

Breve delirio, locura y amnesia ( Parte I )